El interés por el efecto político de las redes sociales ha surgido tras la circulación de noticias sobre problemas sociales y “noticias falsas” y después de que se demostrara la capacidad de utilizar las redes sociales para influir en las elecciones en varios lugares del mundo. Las redes sociales, o la ausencia de ellas, pueden mejorar o no la democracia. Un mayor conocimiento conduce a mejores resultados.
La red social moderna cuenta con una gran población mundial de millones de personas. Los desarrolladores se describen como plataformas imparciales en las que se puede intercambiar información.
Tradicionalmente se defiende la libertad de expresión debido a la noción de que existe un mercado de ideas; si hay ideas pobres, las soluciones no deben ser la censura o los intentos de restricción, sino proporcionar más información de calidad para contrarrestar esas opiniones. Cuanto más información esté disponible, más se necesitará. A pesar de que este método ha mostrado resultados efectivos en el pasado, no se sabe si puede conseguir los mismos resultados en la actualidad, en la que cientos de bots y trolls pueden hacer que la información “errónea” se haga viral sin que nadie lo sepa, según Francis Fukuyama de The Atlantic.
Los llamamientos para eliminar Facebook se están extendiendo por todo Internet bajo el hashtag #DeleteFacebook debido a Cambridge Analytica, que está acusada de explotar los datos personales de 87 millones de usuarios de Facebook para posiblemente influir en las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos.
¿Ayudará esto realmente a la situación? ¿La red social mejorará la democracia?
Hay otros a los que les preocupa que las redes sociales hayan permitido la proliferación de la desinformación, las “fake news” y la publicidad política dirigida. Es de vital importancia mantener las líneas de comunicación abiertas en una democracia, pero por otro lado, la CNMI es la mayor red de distribución de información entre la gente, lo cual es crítico para una democracia saludable.
La red social es importante para muchos individuos porque es una fuente de noticias, debates políticos y movimientos sociales.
Debido a que muchos individuos, especialmente los más jóvenes, acuden a las redes sociales en busca de noticias, los medios de comunicación internacionales señalan esta realidad. #MeToo, un hashtag que ha llamado la atención sobre el tema del acoso sexual, especialmente en el lugar de trabajo, es sólo uno de los muchos debates sociales y políticos importantes que se producen en esta red.
Muchos estudios informan de que los jóvenes y, en particular, los millennials y la Generación Z (los nacidos entre 1995 y 2000) están cada vez más implicados políticamente gracias a sus redes sociales.
Según la revista online The Conversation, en los jóvenes de hoy, la socialización política está relacionada con la presencia de las redes sociales: con su ayuda, pueden organizar protestas e incluso interactuar directamente con los políticos.
¿Intentar, volver a intentar?
Aunque las redes sociales aún están en pañales, algunos expertos creen que deberían tener otra oportunidad para corregir los errores que han cometido hasta ahora.
Por el contrario, los esfuerzos por prohibir Facebook pueden tener “graves implicaciones para la democracia”, como afirma el artículo.
Es muy preocupante que se hayan colocado anuncios en los feeds de Facebook basados en datos psicométricos para influir en su selección de votos”. El autor destaca la importante necesidad de medir el alcance de este abuso: “
Según un informe de la CBC, Facebook y otras empresas también podrían infringir las normas electorales si no cumplen la legislación en sus sitios web. Para subrayar este punto, el artículo habla de cómo otras entidades, como los partidos políticos y las organizaciones activistas, están obligadas a revelar cómo utilizan los bots.
En general, los expertos creen que dependerá sobre todo de las propias redes sociales que el papel de las plataformas en la promoción de la democracia siga creciendo.